A pesar de que el Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar manifiestan sintomatologías similares, se describen como patologías completamente distintas. Te enseñamos el origen de este problema, cómo diferenciarlos y su abordaje en FisioClinics Sabadell a través del siguiente artículo.
¿Qué es el Dolor en el Talón?
La presencia de dolor a nivel del talón es un problema bastante común sobre todo en atletas, pues, dicha parte del cuerpo se encarga de amortiguar el peso del mismo en gestos como caminar, saltar, correr, entre otros.
Algunas de las causas más conocidas relacionadas con el Dolor en el Talón son la presencia de un Espolón calcáneo y de la Fascitis Plantar afectando directamente la funcionalidad de la marcha por el dolor presente sobre el talón y arco plantar. .
¿Cuáles son las diferencias entre el Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar?
Como se ha mencionado, el Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar, son patologías muy distintas a pesar de tener similitudes en sus síntomas, a continuación, te describimos algunas diferencias:
El Espolón Calcáneo es un crecimiento óseo anómalo en el hueso del talón.
La Fascitis Plantar es la inflamación del tendón plantar que se extiende desde el talón hasta los dedos del pie.
La diferencia principal es que el Espolón Calcáneo es un proceso de osificación anormal que manifiesta dolor localizado directamente sobre el talón y la Fascitis Plantar es un tipo de tendinopatía que manifiesta dolor a nivel de la planta del pie pudiendo haber incluso inflamación y enrojecimiento de la zona.
¿Cuáles son los síntomas del Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar?
Los síntomas asociados con estas patologías suelen aparecer durante el ejercicio, durante la mañana o incluso al descansar. Algunas características que se pueden mencionar son:
- Incapacidad para caminar.
- Dolor punzante o ardiente en la región del pie inmediatamente después de levantarse, que desaparece después de una caminata corta.
- Espolón Calcáneo (ubicado en retropié)
- Fascitis Plantar (ubicado en mediopié)
- Durante el ejercicio, se experimentan episodios dolorosos al comienzo del ejercicio que disminuyen a medida que se calienta.
- El sitio afectado puede estar hinchado y enrojecido.
- Duele la palpación sobre la inserción del tendón de Aquiles (en caso de Espolón Calcáneo) y el recorrido de la fascia plantar (en caso de Fascitis Plantar).
- Actividades como correr y saltar intensifican el dolor.
No siempre el Espolón Calcáneo será sintomático, sin embargo, la Fascitis Plantar siempre tendrá algún síntoma desde el primer momento.
¿Qué causa el Espolón en el Talón y la Fascitis Plantar?
Por lo general, son patologías que aparecen como consecuencia de distintos factores. Existen un grupo de personas con cierta predisposición a padecer estas patologías siendo:
- Las personas que practican deporte de manera activa, especialmente los corredores, se ven afectados debido a un esfuerzo excesivo permanente.
- Las personas con sobrepeso están propensas de sufrir estas patologías porque el peso corporal adicional provoca fuertes fuerzas de tracción en la inserción del tendón plantar y el tendón de Aquiles.
- Las personas mayores se ven afectadas por la edad, el amortiguador de grasa debajo del talón se va degenerando y por lo tanto, también reduce el efecto de absorción de impactos.
- Otros factores que se pueden destacar son:
- Edad (más de 40 años).
- Diferencias en la longitud de las piernas.
- Músculos desarrollados irregularmente (desbalance muscular).
- Deformidades del pie (pie plano, cavo)
- Estrés excesivo por un tendón de Aquiles acortado.
- Músculos del pie mal entrenados.
¿Cómo se realiza el diagnóstico médico del Espolón Calcáneo y la Fascitis Plantar?
Para poder realizar el diagnóstico médico de este tipo de patologías, se debe tomar en consideración la historia clínica y la descripción subjetiva de cada uno de los síntomas, al igual que la información obtenida a través de la exploración física donde se identificará la zona de dolor ante la palpación.
Para poder confirmar definitivamente el diagnóstico, se deben llevar a cabo distintos exámenes de imagen como: Rayos X, resonancia magnética, ecografía, entre otros. Que ayuden a visualizar los tejidos del pie y comprobar o descartar la presencia de alguna de estas patologías.