Artrosis cervical, síntomas y cómo prevenirla

La artrosis cervical es una condición debilitante que afecta a muchas personas en todo el mundo. A medida que envejecemos, nuestras articulaciones tienden a desgastarse y deteriorarse, lo que puede llevar al desarrollo de artrosis cervical. Los síntomas de esta enfermedad pueden variar desde dolor y rigidez en el cuello hasta debilidad en los brazos. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante consultar a un médico para obtener un diagnóstico adecuado y un tratamiento de fisioterapia oportuno.

Afortunadamente, existen formas de prevenir y reducir el riesgo de desarrollar artrosis cervical. Adoptar una postura correcta, mantener un peso saludable y realizar ejercicios de fortalecimiento del cuello pueden ayudar a mantener las articulaciones de tu cuello en buen estado y prevenir el desarrollo de esta condición.

En este artículo, exploraremos en detalle los síntomas de la osteoartritis cervical y proporcionaremos consejos para prevenirla. Si estás interesado en mantener tu cuello saludable y prevenir problemas futuros, continúa leyendo.

¿Qué es la artrosis cervical?

La artrosis cervical es una forma de artritis que afecta las articulaciones del cuello. También se conoce como espondilosis cervical. A medida que envejecemos, los discos y las articulaciones en el cuello se desgastan y pueden comenzar a deteriorarse. Esto puede llevar a la formación de espolones óseos, estrechamiento del canal espinal y compresión de los nervios.

El desgaste y el deterioro de las articulaciones del cuello pueden ser el resultado de la edad, lesiones previas, malas posturas, factores genéticos y otros factores de riesgo. A medida que las articulaciones se desgastan, los síntomas de la osteoartritis cervical pueden aparecer gradualmente.

Causas y factores de riesgo de la artrosis cervical

La artrosis cervical puede ser causada por una combinación de factores, incluyendo:

  1. Envejecimiento: A medida que envejecemos, nuestras articulaciones se desgastan naturalmente y se vuelven más propensas a la osteoartritis.
  2. Lesiones previas: Lesiones en el cuello, como latigazo cervical o lesiones deportivas, pueden aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis cervical.
  3. Malas posturas: Mantener una postura incorrecta durante largos períodos de tiempo puede ejercer presión adicional sobre las articulaciones del cuello y aumentar el riesgo de osteoartritis cervical.
  4. Factores genéticos: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar osteoartritis cervical.
  5. Actividades laborales: Trabajos que requieren movimientos repetitivos del cuello o levantar objetos pesados pueden aumentar el riesgo de osteoartritis cervical.
  6. Sobrepeso u obesidad: El exceso de peso coloca una presión adicional sobre las articulaciones del cuello, lo que puede acelerar el desgaste y el deterioro.

Es importante tener en cuenta que estos factores de riesgo no garantizan el desarrollo de osteoartritis cervical, pero pueden aumentar las posibilidades.

Síntomas de la artrosis cervical

Los síntomas de la artrosis cervical pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen:

  1. Dolor y rigidez en el cuello: El dolor puede ser constante o intermitente. La rigidez puede empeorar después de períodos prolongados de inactividad o al despertar por la mañana.
  2. Dolor que se irradia hacia los hombros y los brazos: La osteoartritis cervical puede comprimir los nervios en el cuello, lo que puede causar dolor que se irradia hacia los hombros y los brazos.
  3. Debilidad en los brazos: La compresión de los nervios en el cuello puede debilitar los músculos de los brazos, lo que puede dificultar las tareas diarias como levantar objetos o sostener cosas.
  4. Dolor de cabeza: Algunas personas con osteoartritis cervical pueden experimentar dolores de cabeza, especialmente en la parte posterior de la cabeza.
  5. Pérdida de equilibrio: En casos más graves, la osteoartritis cervical puede afectar el equilibrio y la coordinación.

Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica para un diagnóstico adecuado.

Diagnóstico de la artrosis cervical

El diagnóstico de la artrosis cervical generalmente se basa en los síntomas del paciente, el historial médico y un examen físico realizado por un médico especialista. Durante el examen físico, el médico puede evaluar la movilidad del cuello, buscar signos de inflamación y realizar pruebas neurológicas para evaluar la función de los nervios.

Además del examen físico, el médico puede solicitar pruebas de diagnóstico por imágenes, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. Estas pruebas pueden ayudar a confirmar el diagnóstico y proporcionar una imagen más detallada de las articulaciones del cuello. En Fisioclinics Sabadell te preparamos un plan de tratamiento adecuado y especializado para ti.

 

 

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