El cáncer de mama continúa siendo el tipo de cáncer más diagnosticado entre las mujeres españolas. Según la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM, 2025), se detectan cada año más de 35.000 nuevos casos, y aunque los avances médicos han mejorado la supervivencia, muchas mujeres enfrentan un reto posterior: recuperar su bienestar físico y emocional.
En Sabadell, el Hospital Parc Taulí ha puesto en marcha un programa pionero que combina marcha nórdica y yoga terapéutico como parte de la recuperación integral tras el tratamiento del cáncer de mama.
Esta iniciativa, presentada el 20 de octubre de 2025, busca integrar movimiento, respiración y fisioterapia para restablecer la fuerza, la movilidad y la calidad de vida.
Cáncer de mama: más allá del tratamiento médico
Superar un cáncer de mama no implica solo la desaparición del tumor.
Los tratamientos como la cirugía, la radioterapia o la quimioterapia pueden dejar secuelas físicas como limitación de movimiento, dolor, linfedema o fatiga, además de alteraciones emocionales y cognitivas.
Un estudio publicado en The Breast Journal (2024) señala que hasta el 65 % de las pacientes presenta algún tipo de limitación funcional seis meses después de finalizar su tratamiento.
Por ello, las estrategias de recuperación deben ir más allá de lo médico: deben incorporar rehabilitación, fisioterapia y acompañamiento emocional para lograr una verdadera recuperación.
Marcha nórdica: recuperar fuerza y prevenir el linfedema
La marcha nórdica es una disciplina originaria de los países nórdicos que utiliza bastones para caminar, implicando activamente los brazos y el tronco.
Este ejercicio aeróbico de bajo impacto activa hasta el 90 % de la musculatura corporal y ha demostrado ser altamente beneficioso para las mujeres que han superado un cáncer de mama.
Según el European Journal of Cancer Care (2022), las pacientes que practican marcha nórdica de forma regular presentan:
- Una reducción del 25 % en el riesgo de linfedema.
- Mayor movilidad del hombro y del brazo afectado.
- Mejoría del retorno venoso y linfático.
- Disminución de la fatiga y mejora del estado de ánimo.
Además, al desarrollarse en grupo, esta actividad fomenta el apoyo social y ayuda a reconstruir la confianza en el propio cuerpo, dos pilares fundamentales en el proceso de rehabilitación.
Yoga terapéutico: equilibrio, respiración y bienestar
El yoga terapéutico adaptado a la recuperación oncológica no busca la perfección postural, sino la escucha corporal y la restauración del equilibrio físico y emocional.
Integra respiración, relajación y movimientos suaves que ayudan a liberar tensiones y recuperar movilidad.
Investigaciones del Journal of Clinical Oncology (2023) y del National Center for Complementary and Integrative Health (NCCIH, 2024) han demostrado que el yoga:
- Reduce la ansiedad y el estrés derivados del tratamiento.
- Mejora la flexibilidad y la amplitud de movimiento del hombro.
- Aumenta la calidad del sueño y disminuye el insomnio.
- Favorece la aceptación corporal y el bienestar emocional.
El programa del Parc Taulí ofrece sesiones adaptadas en función de la energía, la movilidad y el estadio de recuperación de cada paciente, siempre con acompañamiento profesional.
Fisioterapia oncológica: ciencia y movimiento en la recuperación
La fisioterapia oncológica es un componente esencial en la rehabilitación del cáncer de mama, reconocida por la European Society for Medical Oncology (ESMO, 2024) como parte del tratamiento integral.
Su propósito es restaurar la función corporal, prevenir complicaciones y mejorar la autonomía de la paciente.
Fases del tratamiento fisioterapéutico
Fase postoperatoria temprana:
Se enfoca en evitar complicaciones como el linfedema o la rigidez articular. Se utilizan ejercicios de respiración costal, movilización del hombro y drenaje linfático preventivo.
Fase de rehabilitación funcional:
Incluye movilización activa, ejercicios de fuerza progresiva y trabajo postural para recuperar la simetría corporal y la fuerza perdida durante el tratamiento.
Fase de readaptación:
En esta etapa se incorporan ejercicios globales como la marcha nórdica o el yoga terapéutico, integrando movimiento y conciencia corporal para consolidar los avances.
Beneficios comprobados de la fisioterapia en el cáncer de mama
La fisioterapia tiene los siguientes efectos:
- Reducción del dolor postquirúrgico y de la inflamación local.
- Prevención y manejo del linfedema.
- Mejora de la movilidad y del rango articular en hombro y tórax.
- Disminución de la fatiga crónica y mejora del sueño.
- Incremento de la fuerza muscular y la resistencia física.
- Reintegración más rápida a la vida laboral y social.
Estos resultados confirman que la fisioterapia no solo trata el cuerpo, sino que también facilita la recuperación emocional y psicológica, devolviendo a las pacientes una sensación de control y confianza.
Sabadell, un referente en salud y fisioterapia femenina
Con este programa, Sabadell reafirma su papel como ciudad comprometida con la salud integrativa y la prevención activa.
El Hospital Parc Taulí combina ciencia, ejercicio y acompañamiento profesional para ofrecer una atención centrada en la persona, donde el movimiento se entiende como una forma de sanar.
Paralelamente, clínicas especializadas como FisioClinics Sabadell trabajan con este mismo enfoque, integrando tratamientos de fisioterapia postquirúrgica, drenaje linfático, ejercicio terapéutico y educación corporal para ayudar a mujeres en proceso de recuperación.
Este modelo permite trasladar a la práctica diaria el concepto de rehabilitación activa, acercando la fisioterapia avanzada al ámbito comunitario.
Movimiento, salud y esperanza: un cambio de paradigma
El programa del Parc Taulí es un ejemplo de cómo la medicina moderna evoluciona hacia una visión más biopsicosocial, en la que cuerpo y mente trabajan de forma conjunta.
La recuperación ya no se centra únicamente en “curar”, sino en vivir bien después del tratamiento.
Como señala un informe del European Breast Cancer Coalition (2024), “el ejercicio físico supervisado y la fisioterapia son tan importantes como los fármacos en la prevención de complicaciones y recaídas”.
En este sentido, el movimiento se convierte en una forma de medicina.
Conclusión: moverse también es sanar
La recuperación del cáncer de mama no termina con el alta médica.
Comienza con la reconstrucción de la confianza en el cuerpo, con cada paso y con cada respiración.
La marcha nórdica, el yoga terapéutico y la fisioterapia representan tres caminos complementarios que convergen en un mismo destino: recuperar la vida con plenitud.
Sabadell demuestra que la salud femenina del futuro pasa por combinar ciencia, empatía y movimiento.
Porque el ejercicio, guiado con conocimiento y sensibilidad, no solo fortalece el cuerpo, sino también la esperanza.
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