¿Qué es una hernia de disco?

¿Alguna vez has sentido un dolor intenso en la espalda que se irradia hacia las piernas? Podría ser que estés sufriendo de una hernia de disco. Esta condición, también conocida como hernia discal, es un problema común que puede afectar la calidad de vida de una persona.
Una hernia de disco ocurre cuando el núcleo gelatinoso de un disco intervertebral se desplaza y presiona los nervios cercanos. Esto puede causar dolor, debilidad y entumecimiento en el área afectada. Aunque la mayoría de las hernias de disco ocurren en la columna lumbar (espalda baja), también pueden ocurrir en la columna cervical (cuello) y torácica (espalda media).
En este artículo, exploraremos en detalle qué es una hernia de disco, sus causas, síntomas y opciones de tratamiento disponibles. 
Descubre todo lo que necesitas saber sobre las hernias de disco en este artículo informativo y descubre cómo manejarla de manera efectiva para encontrar alivio.

Introducción a las hernias de disco

La columna vertebral es una estructura compleja compuesta por huesos llamados vértebras, entre los cuales se encuentran los discos intervertebrales. Estos discos tienen una función importante, ya que actúan como cojines amortiguadores entre las vértebras y permiten el movimiento y la flexibilidad de la columna. Una hernia de disco ocurre cuando el material interior de un disco se desplaza y ejerce presión sobre los nervios cercanos. Esto puede ocurrir debido a una lesión, el envejecimiento natural de la columna vertebral o un uso excesivo de la espalda. La presión sobre los nervios puede causar síntomas dolorosos y afectar la función normal del cuerpo.

Anatomía de la columna vertebral

La columna vertebral es una estructura compleja compuesta por 33 vértebras que se encuentran apiladas una encima de la otra. Estas vértebras se dividen en cinco regiones: cervical, torácica, lumbar, sacra y coccígea. Cada región tiene características específicas y cumple diferentes funciones en el cuerpo.

  • La columna cervical está compuesta por siete vértebras y se encuentra en la parte superior de la columna vertebral, en el cuello. Esta región es responsable de sostener la cabeza y permitir su movimiento.
  • La columna torácica consta de 12 vértebras y se encuentra en la parte media de la espalda, conectada a las costillas. Esta región proporciona estabilidad y protección a los órganos vitales del pecho.
  • La columna lumbar está formada por cinco vértebras y se encuentra en la parte baja de la espalda. Esta región soporta la mayor parte del peso del cuerpo y permite el movimiento y la flexibilidad.
  • La columna sacra y coccígea se encuentran en la parte inferior de la columna vertebral y están compuestas por vértebras fusionadas. Estas regiones son importantes para la estabilidad de la pelvis y la conexión con el hueso sacro.

Causas y factores de riesgo de las hernias de disco

Las hernias de disco pueden ser causadas por una variedad de factores. Algunas de las causas comunes incluyen:

  • Lesiones traumáticas: Un incidente como un accidente automovilístico o una caída puede causar una hernia de disco. El impacto repentino puede hacer que el material del disco se desplace y presione los nervios cercanos.
  • Envejecimiento: Con el tiempo, los discos intervertebrales pueden debilitarse y deteriorarse, lo que aumenta el riesgo de una hernia de disco. El envejecimiento natural de la columna vertebral hace que los discos sean menos flexibles y más propensos a sufrir daños.
  • Uso excesivo de la espalda: Actividades repetitivas que implican levantar objetos pesados, torcer la espalda o estar sentado durante largos períodos de tiempo pueden ejercer presión sobre los discos intervertebrales y aumentar el riesgo de una hernia de disco.

Además de estas causas, existen varios factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de desarrollar una hernia de disco. Algunos de estos factores incluyen:

  • La genética: Algunas personas pueden tener una predisposición genética a desarrollar hernias de disco debido a la estructura de su columna vertebral.
  • El género: Los hombres tienen un mayor riesgo de desarrollar hernias de disco en comparación con las mujeres.
  • La obesidad: El exceso de peso puede ejercer presión adicional sobre los discos intervertebrales y aumentar el riesgo de una hernia de disco.
  • El tabaquismo: Fumar puede afectar la salud de los discos intervertebrales y aumentar la probabilidad de desarrollar una hernia de disco.

Síntomas y signos de una hernia de disco

Los síntomas de una hernia de disco pueden variar dependiendo de la ubicación y la gravedad de la hernia. Algunos de los síntomas comunes incluyen:

  • Dolor en la espalda baja que se irradia hacia las piernas: Este es uno de los síntomas más característicos de una hernia de disco en la columna lumbar. El dolor puede ser agudo o crónico y puede empeorar al moverse, levantar objetos pesados o permanecer sentado o de pie durante mucho tiempo.
  • Debilidad muscular: La presión sobre los nervios puede afectar la función muscular y causar debilidad en las piernas. Esto puede dificultar la realización de actividades diarias como caminar o levantar objetos.
  • Hormigueo o entumecimiento: También es común experimentar sensaciones anormales en las piernas, como hormigueo, entumecimiento o una sensación de ardor.
  • Problemas de equilibrio o coordinación: En casos más graves, una hernia de disco puede afectar el equilibrio y la coordinación del cuerpo.

Es importante tener en cuenta que no todas las hernias de disco causan síntomas. Algunas personas pueden tener una hernia de disco sin saberlo, ya que no experimentan dolor ni otros síntomas.

Diagnóstico de una hernia de disco

Si sospechas que tienes una hernia de disco, es importante consultar a un médico para un diagnóstico preciso, un diagnóstico preciso es crucial para determinar el mejor curso de tratamiento. El médico realizará una evaluación física y puede solicitar pruebas de diagnóstico, como:

  • Radiografías: Las radiografías pueden ayudar a descartar otras afecciones y proporcionar una imagen general de la columna vertebral.
  • Resonancia magnética (RM): Una resonancia magnética puede proporcionar imágenes detalladas de los discos intervertebrales y los tejidos circundantes, lo que permite al médico determinar si hay una hernia de disco y su ubicación exacta.
  • Tomografía computarizada (TC): Una tomografía computarizada puede proporcionar imágenes transversales de la columna vertebral y ayudar a evaluar la estructura ósea y los tejidos blandos.
  • Electromiografía (EMG): Una electromiografía puede ayudar a evaluar la función de los nervios y los músculos y determinar si una hernia de disco está afectando los nervios.

Opciones de tratamiento para las hernias de disco

El tratamiento para una hernia de disco puede variar dependiendo de la gravedad de los síntomas y la ubicación de la hernia. Algunas de las opciones de tratamiento comunes incluyen:

  • Reposo y medicamentos: En casos leves, el descanso y la administración de medicamentos para el dolor y la inflamación pueden ser suficientes para aliviar los síntomas.
  • Fisioterapia: La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos de la espalda, mejorar la flexibilidad y aliviar la presión sobre los discos intervertebrales.
  • Inyecciones de corticosteroides: En algunos casos, se pueden administrar inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación y aliviar el dolor.
  • Cirugía: En casos más graves o cuando otros tratamientos no han sido efectivos, puede ser necesaria una cirugía para reparar o extirpar la hernia de disco.

Es importante consultar a un médico para determinar el mejor curso de tratamiento según tu situación específica.

Ejercicios de fisioterapia para las hernias de disco

La fisioterapia desempeña un papel importante en el tratamiento y la rehabilitación de las hernias de disco. Algunos ejercicios de fisioterapia que pueden ayudar a aliviar los síntomas y fortalecer la espalda incluyen:

  • Estiramientos de la columna vertebral: Los estiramientos suaves de la columna vertebral pueden ayudar a aliviar la presión sobre los discos y reducir el dolor.
  • Ejercicios de fortalecimiento muscular: Los ejercicios que fortalecen los músculos de la espalda y el abdomen pueden proporcionar soporte adicional a la columna vertebral y reducir la presión sobre los discos.
  • Ejercicios de estabilidad y equilibrio: Los ejercicios que mejoran la estabilidad y el equilibrio pueden ayudar a prevenir futuras lesiones y mejorar la función de la espalda.

Es importante realizar estos ejercicios bajo la supervisión de un fisioterapeuta para asegurarse de que se realicen correctamente y se ajusten a tus necesidades individuales.

Intervenciones quirúrgicas para casos graves

En casos graves de hernia de disco que no responden a otras formas de tratamiento, puede ser necesaria una intervención quirúrgica. Algunos tipos de cirugía que se pueden realizar incluyen:

  • Discectomía: En una discectomía, se extirpa una parte del disco herniado para aliviar la presión sobre los nervios.
  • Laminectomía: En una laminectomía, se extirpa parte de la lámina ósea para aumentar el espacio en la columna vertebral y aliviar la presión sobre los nervios.
  • Fusión espinal: En algunos casos, puede ser necesario fusionar las vértebras afectadas para proporcionar estabilidad adicional a la columna vertebral.

La decisión de someterse a una cirugía debe ser cuidadosamente considerada y discutida con un médico.

Prevención y manejo de las hernias de disco

Si bien no se puede garantizar la prevención completa de las hernias de disco, existen algunas medidas que se pueden tomar para reducir el riesgo de desarrollar esta condición. Algunas recomendaciones incluyen:

  • Mantener una postura adecuada: Mantener una postura correcta al estar sentado, parado y levantando objetos pesados puede ayudar a reducir la presión sobre los discos intervertebrales.
  • Evitar movimientos bruscos: Evitar movimientos bruscos de torsión o levantar objetos pesados de manera incorrecta puede ayudar a prevenir lesiones en la espalda.
  • Mantener un peso saludable: Mantener un peso saludable puede reducir la presión sobre los discos intervertebrales y disminuir el riesgo de desarrollar una hernia de disco.
  • Realizar ejercicios de fortalecimiento y estiramiento: Realizar regularmente ejercicios que fortalezcan los músculos de la espalda y mejoren la flexibilidad puede ayudar a prevenir lesiones en la columna vertebral.

Si ya has sido diagnosticado con una hernia de disco, es importante seguir las recomendaciones de tu médico y fisioterapeuta para manejar y controlar los síntomas. Esto puede incluir la realización de ejercicios específicos, la adopción de medidas de autocuidado y el uso de medicamentos según sea necesario.

Vivir con una hernia de disco

Vivir con una hernia de disco puede ser desafiante, pero con el tratamiento adecuado y el manejo de los síntomas, es posible llevar una vida plena y activa. Es importante buscar atención médica y seguir las recomendaciones de los profesionales de la salud para obtener el mejor resultado posible.
Recuerda que cada caso de hernia de disco es único y puede requerir un enfoque de tratamiento personalizado. En Fisioclinics Sabadell, estamos para brindarte el apoyo y asesoramiento de profesionales para abordar tus necesidades específicas, no dudes en hacer una cita con nosotros. 
 

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