En noviembre, el Parc Taulí de Sabadell lanzó una importante campaña de sensibilización centrada en la prevención del pie diabético, recordando tres pilares fundamentales para evitar complicaciones: higiene diaria, hidratación adecuada y el uso de un buen calzado. Esta iniciativa busca reforzar el autocuidado entre las personas con diabetes, una enfermedad que, si no se gestiona bien, puede afectar gravemente a la salud de los pies. Puedes leer más sobre esta campaña aquí.
Desde la fisioterapia, especialmente en su vertiente preventiva, también desempeñamos un papel esencial en el cuidado del pie diabético. En este artículo, te explicamos cómo podemos ayudarte a prevenir complicaciones, mantener la funcionalidad y mejorar la calidad de vida si convives con la diabetes en Sabadell.
¿Qué es el pie diabético?
El pie diabético es una complicación frecuente en personas con diabetes tipo 1 y tipo 2, que puede derivar en úlceras, infecciones e incluso amputaciones si no se trata adecuadamente. Se produce por una combinación de factores:
- Neuropatía periférica: daño en los nervios que reduce la sensibilidad del pie.
- Problemas vasculares: mala circulación que retrasa la cicatrización.
- Deformidades del pie: como dedos en garra, juanetes o alteraciones en el apoyo.
- Traumatismos o heridas mal curadas, que pasan desapercibidas por la falta de sensibilidad.
Estas alteraciones hacen que un pequeño roce, una ampolla o una uña mal cortada puedan convertirse en lesiones graves si no se detectan y tratan a tiempo.
El papel de la fisioterapia en la prevención del pie diabético
Aunque a menudo se asocia la fisioterapia con la recuperación tras una lesión, en el caso de la diabetes nuestro objetivo principal es prevenir la aparición de complicaciones, mantener la movilidad y promover un estilo de vida activo y seguro.
A continuación te explicamos las intervenciones más importantes desde nuestra disciplina.
1. Evaluación de la marcha y el apoyo plantar
Mediante una exploración biomecánica, analizamos cómo caminas, cómo distribuyes el peso al estar de pie y si existen puntos de presión anómalos en las plantas de los pies. Estos puntos de presión mal repartida pueden generar callosidades o heridas que con el tiempo se ulceran.
Con esta información, podemos:
- Recomendar modificaciones en el calzado.
- Sugerir el uso de plantillas personalizadas si hay zonas de sobrecarga.
- Enseñar ejercicios para reeducar la pisada.
2. Ejercicios para fortalecer la musculatura del pie
El pie es una estructura compleja que contiene más de 30 articulaciones y numerosos músculos intrínsecos. En personas con diabetes, esta musculatura tiende a atrofiarse o perder tono con el paso del tiempo.
En consulta trabajamos:
- Fortalecimiento de dedos y arco plantar.
- Estabilidad del tobillo para prevenir torceduras o caídas.
- Movilidad de los dedos para evitar rigidez.
- Rehabilitación de deformidades como el dedo en martillo.
Estos ejercicios también mejoran la propiocepción, es decir, la capacidad del pie para percibir el contacto con el suelo, fundamental cuando hay pérdida de sensibilidad.
3. Terapias para mejorar la circulación
La diabetes puede afectar la microcirculación, especialmente en los pies. Como consecuencia, la piel se vuelve más frágil, tarda más en cicatrizar y aumenta el riesgo de infecciones. Para contrarrestarlo, en fisioterapia utilizamos:
- Masajes circulatorios suaves para mejorar el retorno venoso.
- Movilizaciones articulares pasivas para mantener la movilidad.
- Ejercicios activos que favorecen la bomba muscular de las piernas.
- Técnicas complementarias como presoterapia (en casos indicados).
Todo esto contribuye a mantener el pie oxigenado y con buen riego sanguíneo, lo que reduce el riesgo de ulceraciones y necrosis.
4. Educación en autocuidado
Uno de los aspectos más importantes en el tratamiento del pie diabético es la prevención a través de hábitos saludables. Desde fisioterapia ofrecemos formación personalizada sobre:
- Revisión diaria del pie con la ayuda de un espejo para detectar heridas o zonas enrojecidas.
- Secado meticuloso tras la ducha, especialmente entre los dedos.
- Hidratación diaria, evitando cremas entre los dedos para prevenir maceración.
- Recomendación de calzado cómodo, transpirable y sin costuras internas.
- Instrucciones sobre cómo cortar las uñas correctamente.
La clave está en integrar estos cuidados en la rutina diaria de forma sencilla y práctica.
¿Qué señales indican que necesitas ayuda profesional?
Aunque no tengas una herida visible, hay señales de alerta que indican la necesidad de evaluación fisioterapéutica:
- Sensación de hormigueo o entumecimiento en los pies.
- Calambres nocturnos o molestias al caminar.
- Pérdida de equilibrio o inseguridad al caminar descalzo.
- Aparición de callos duros, ampollas o enrojecimientos.
- Dolor persistente al apoyar ciertas zonas del pie.
Actuar a tiempo es esencial para evitar que una pequeña alteración evolucione a una lesión complicada.
Integrar la fisioterapia en tu vida con diabetes
El enfoque integral del cuidado del pie en personas con diabetes no es solo una cuestión médica: es también funcional, educativa y preventiva. La fisioterapia ofrece herramientas prácticas para que las personas mantengan su autonomía, reduzcan el riesgo de lesiones y sigan activas durante toda su vida.
Y es que cuidar los pies no es una cuestión estética, sino una necesidad vital para quienes conviven con esta condición.
Si tienes diabetes y quieres prevenir complicaciones en tus pies, en Fisioclinics Sabadell ofrecemos un programa especializado de valoración y tratamiento del pie diabético. Desde ejercicios terapéuticos hasta asesoramiento personalizado, nuestro objetivo es que puedas caminar con confianza y sin dolor, cuidando tu salud a largo plazo.









