Técnicas de propiocepción para prevenir la tendinitis rotuliana

La tendinitis rotuliana, también conocida como rodilla del saltador, es una lesión frecuente en deportistas que realizan saltos repetitivos o movimientos explosivos, como en el baloncesto, voleibol, fútbol o atletismo. Esta lesión ocurre por la sobrecarga y el uso excesivo del tendón rotuliano, provocando dolor, inflamación y limitación en la movilidad de la rodilla.


Para prevenir la tendinitis rotuliana, es fundamental trabajar la propiocepción, que es la capacidad del cuerpo para percibir su posición y controlar el equilibrio de manera automática. Un buen control propioceptivo permite que la rodilla absorba mejor las cargas y disminuya la tensión sobre el tendón rotuliano. En FisioClinics Sabadell, utilizamos técnicas avanzadas de propiocepción para fortalecer la rodilla y prevenir este tipo de lesiones.

¿Por qué la propiocepción es clave en la prevención de la tendinitis rotuliana?

El sistema propioceptivo está formado por receptores sensoriales en músculos, tendones y articulaciones, que envían información al cerebro para mantener el equilibrio y la estabilidad. Cuando la propiocepción es deficiente, la rodilla está más expuesta a movimientos bruscos o cargas descontroladas, lo que aumenta el riesgo de lesiones en el tendón rotuliano.

Al mejorar la propiocepción, se consigue:

  • Mayor estabilidad articular en la rodilla.
  • Mejor absorción del impacto en los saltos y aterrizajes.
  • Reducción del estrés sobre el tendón rotuliano.
  • Prevención de lesiones y recidivas en deportistas.

Ejercicios de propiocepción para fortalecer la rodilla y prevenir la tendinitis rotuliana

1. Ejercicios de equilibrio sobre una pierna

Pararse sobre una pierna y mantener el equilibrio activa la musculatura estabilizadora de la rodilla. Se puede empezar sobre una superficie estable y luego progresar a superficies inestables, como un bosu o un cojín propioceptivo.

2. Sentadillas con control de estabilidad

Realizar sentadillas en diferentes superficies (suelo firme, bosu o plataforma inestable) ayuda a mejorar la coordinación y el control motor de la rodilla, reduciendo la carga sobre el tendón rotuliano.

3. Trabajo de apoyo dinámico

Ejercicios como caminar sobre una línea imaginaria, realizar cambios de dirección controlados o practicar desplazamientos laterales ayudan a mejorar la estabilidad y prevenir sobrecargas en el tendón.

4. Saltos y aterrizajes controlados

Aprender a absorber correctamente el impacto en los aterrizajes es clave para prevenir la tendinitis rotuliana. Se trabajan aterrizajes con control de la flexión de rodillas y distribución adecuada del peso.

5. Uso de plataformas de inestabilidad

Trabajar sobre superficies inestables como bosu, balance boards o plataformas oscilantes mejora la respuesta propioceptiva de la rodilla y reduce la probabilidad de movimientos descontrolados que sobrecarguen el tendón.

¿Cuánto tiempo se necesita para mejorar la propiocepción?

Los ejercicios de propiocepción deben integrarse en la rutina de entrenamiento y realizarse de manera constante. En 4 a 6 semanas, se pueden notar mejoras significativas en el control y estabilidad de la rodilla, reduciendo el riesgo de tendinitis rotuliana. En FisioClinics Sabadell, diseñamos programas específicos de prevención de lesiones con entrenamiento propioceptivo adaptado a cada deporte.

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